8 dic 2007

Curioso dictador

Curioso dictador aquél que reconoce los resultados electorales de un referéndum tan ajustado que apenas hay un punto porcentual de diferencia entre ambos.

La prensa amarillista y rosa del estado español no para de favorecer las embestidas para con el presidente venezolano que ha demostrado, guste o no, que de dictador y antidemocrático nada de nada. Ahora andan diciendo que este hombre procurará hacer otra consulta antes de agotar su mandato para intentar que su propuesta salga adelante. Claro dicen esto poniendo el grito en el cielo, pretendiendo o diciendo claramente que eso es manipular y alterar el resultado de la decisión del pueblo. Si esto es una opinión con una base inapelable cabe preguntarse como no dicen nada cuando nuestros gobernantes, tras la negativa popular a la Constitución Europea, nos la tratan de meter -valga la expresión- en forma de Tratado, o lo que es lo mismo, sin volver a consultar al pueblo, o sea transformando la voluntad de las y los ciudadanos desde los despachos. La diferencia está muy clara, la prensa en nuestro país, y en los de nuestro entorno, está en manos de los poderosos que no van a tirar piedras a su propio tejado y por lo tanto, no van a criticar una acción, la aprobación vía tratado tras el rechazo popular, que favorece a esos pocos pudientes que son quienes controlan el denominado cuarto poder, además de los otros tres, por lo que sólo permiten la libertad de expresión que a ellos les conviene. Pues si no, como es posible que uniformemente todas las opiniones sobre la famosa frase “real” hayan ido en la misma línea. ¿Nadie en el estado español opina en otro sentido? ¿Eso es la libertad para ellos? La libertad de manipular, la libertad de uniformarnos en la única opinión posible, la libertad de hacer y deshacer a su antojo pues la justicia está, si no manipulada, en el limbo de los acaudalados pues hay recursos judiciales que son imposibles afrontarlos sin un alto nivel económico.

Debe llegar el día en que la igualdad y la libertad sean la bandera, y no palabras vanas, en un estado de derecho. Pues, en la actualidad ese derecho es muy vasto para unos pocos mientras se convierte en un calvario para quienes, desde la insuficiencia económica, tienen que sufrir agresiones de un sistema clasista como en el que estamos viviendo la gran mayoría de nosotras y nosotros.

2 dic 2007

La TV de los movimientos sociales

En fechas pasadas oímos la noticia de la muerte de un joven de 16 años apuñalado en el metro de Madrid. Este joven moría porque iba a protestar contra una manifestación a favor del racismo y la xenofobia. Una manifestación que jamás debía de haber sido autorizada, en un estado democrático y de derecho, como se le presupone al nuestro. Sin embargo era una manifestación autorizada. A un ultraderechista no le debió parecer apropiado que alguien le cuestionase su derecho a ser un intolerante y habló como la ultra derecha sabe hablar: LA VIOLENCIA; en este caso fue el idioma de un afilado puñal de monte el que sesgó la vida de este chaval. La ultra derecha habla así. Se manifiesta a favor de un dictador que torturó y mató por pensar de manera distinta a la que él consideraba apropiado. ¿Se imaginan en Italia una manifestación a favor de Mussolini ó en Alemania a favor de Hitler? Pues aquí se pueden manifestar, hasta este año 2007 treinta años después de las primeras elecciones democráticas post franquistas, para homenajear al dictador. Aunque pasado el tiempo, las víctimas las siguen cayendo del mismo bando. Esto al menos es para dar que pensar.

Y esto, en lugar de ser algo anormal, es algo habitual y que cada vez se está perpetuando con más fuerza. Sabéis quien se cobró los heridos, pues, aunque parezca increíble, las víctimas las ponen siempre quienes se manifiestan a favor de la tolerancia y de los derechos humanos. Los intransigentes salen indemnes, ¿será porque siempre van armados? O ¿Será porque los encargados de reprimir las manifestaciones ya saben hacia que lado inclinar su ira? En cualquier caso, los apaleados son los mismos. Pero el colmo de los colmos, si es que a estas alturas del partido hay lugar para la sorpresa, es que la autodenominada la televisión de los movimientos le da un espacio al Presidente de Democracia Nacional, partido que organizaba esta manifestación a favor del racismo y la xenofobia, para que se explaye diciéndonos que el autor de este vil crimen no era afiliado a su formación política y que lo haría al ser provocado por un grupo de jóvenes y el solito, ¡qué machote!, fue capaz de acabar con la vida de uno de ellos. Por cierto, no es la primera víctima que se produce y que se puede relacionar directa o indirectamente con este partido que proclama la intolerancia como bandera. Eso sí, ahora con minutos televisivos después de sus acciones violentas, me imagino que les servirá de estimulo para seguir actuando del mismo modo. Lo que ha hecho esta televisión es no tener, precisamente, un sexto sentido. Esos minutos televisivos significa, en la práctica, dar publicidad a quienes tienen aptitudes violentas e intolerantes. Y como se definió a así misma como la televisión de los movimientos, cabe preguntarse ¿con que movimiento están? Pues ya sabemos que el franquismo también era un movimiento al que se adherían después de jurar fidelidad a los principios de éste. No pretendo decir que esta televisión haya jurado fidelidad al mencionado movimiento pero, debería cuidar más y mejor a quién le da sus minutos televisivos y, por lo tanto, protagonismo y a quienes deja abandonados en la marginalidad.