1 mar 2009

La Comida hay que Pagarla

En una conversación coloquial me dicen que ahora van a multar a los que cojan comida de los contenedores. Debo revelar que aunque la fuente es solvente no doy crédito a lo que oigo y ante la duda me decido a poner en un buscador de Internet: “700 euros de multa por coger comida de los contenedores” y, ¡bingo!, encuentro una noticia sobre este tema y según esa misma fuente la idea es del, “casi” de izquierdas, Sr. Gallardón.

Resulta paradójico que el más progre entre los de este partido aplique una medida de este tipo. Considero que es casi tan sorprendente como que el Madrid del “No pasaran” tengan un gobierno municipal de los que consiguieron pasar pisando charcos de color rojo sanguinolentos.

Leo esto después de oír como su compañero de partido, desconozco si más extremado, ha llamado dictador a quien es elegido por sufragio universal como jefe de estado, resulta asombroso escuchar un calificativo de tal calado a alguien que procede de un país donde ese mismo cargo, jefe del estado, no es electo, algunos dicen que es impuesto testicularmente, y además es hereditario. Parece ser que el poder de sorprendernos de estos señores no tiene límites. Por supuesto no me estoy refiriendo a los presuntos casos de espionaje ni a otras tramas un tanto espesas.

Por otro lado el Sr. Luis Herrero contaba, en un programa matutino televisivo, como fue expulsado de Venezuela. Según su versión fue enviado a un país extranjero (Brasil) y ese hecho vulnera los derechos humanos, pues en este caso concreto debería haber sido devuelto a su país de origen. La memoria quizás no me alcance pero no he oído protestar a este buen hombre y mejor periodista cuando el Sr. Aznar o el Sr. Rodríguez Zapatero han enviado a un tercer país, no al propio, a las personas que arriban a nuestras costas huyendo del hambre o de represiones políticas del suyo. Tampoco considero un acto de defensa de los derechos humanos el hecho de multar con 700 euros a personas que buscan alimentos en un contenedor de basura. Por lo tanto, me resulta sorprendente la vara de medir en la aplicación de los derechos humanos pues, en vez de universales, parece que nos dicen que éstos fueron redactados para ser aplicados a los de determinada clase social.

Todo esto me hace pensar que lo que de verdad les molestan a estas personas es que alguien se le ocurra la idea de que el reparto de la tarta debe hacerse con criterios distintos, de tal modo que les llegue a quienes hasta ahora se les niega hasta el derecho al alimento. Seguramente sea por eso por lo que van a países extranjeros y contravienen leyes, con las que democráticamente se han dotando, con la intención de acudir a muchos medios informativos para tergiversar la realidad de lo que ocurre en ese país, posiblemente con la intención de quienes tienen en estos lares dificultades para comer no perciban como un ejemplo posible a esa opción que apuesta por un modelo donde el ser humano sea prioritario y libre, en vez de que lo sea el comercio. Que opta por un sistema donde se socialicen las ganancias y no sólo las pérdidas como sucede aquí, para que estos ingresos sean destinados en beneficio de la comunidad y no se transformen en suculentas ganancias conseguidas tras la inyección de dinero público. En definitiva, un modelo de gobierno alternativo donde se propone el reparto en vez de la usura.

Para los incrédulos aquí tenéis el enlace

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