Me gustaría plantearos este artículo a modo de adivinanza y que a medida que avancéis en la lectura del mismo os imaginéis de quién puedo estar hablando, aunque no dudo que lo acertaréis a la primera.
Para empezar os describo a un presidente de estado que sin juicio previo mantiene retenidas a varias personas que incluso tortura, según distintos testimonios, publicaciones e imágenes televisivas. Tras siete años de detención no han sido capaces de reunir una sola prueba capaz de incriminar a las y los detenidos y como medida excepcional ha decidido cambiarlos de prisión.
Este presidente tiene armamentos nucleares y no está dispuesto a hacer desaparecer de su país estas armas de destrucción masiva. También posee armas químicas y biológicas con más de una sospecha, según distintas publicaciones, de utilizarlas a modo de experimento contra población civil indefensa en varios países. Hay constancia de que realiza fuertes inversiones en armamento y en partidas destinadas al mantenimiento de un amplio dispositivo militar con el objetivo de continuar con distintas guerras, algunas de ellas ya llevan varios años.
Es el jefe de un gobierno que ve como ha aumentado la pobreza entre sus ciudadanos en los últimos años. Donde no existe la sanidad pública universal que ampare a todos los habitantes de su país. O que mantiene a personas en núcleos de población, tan solo para algunas etnias, donde las expectativas de vida son de 48 años para los hombres y 52 para las mujeres.
A estas alturas seguro os imagináis que estoy hablando de Barack Obama flamante premio Nobel de la Paz. Pero que nadie se sorprenda pues en los últimos diez años, además de este buen hombre, lo han recibido Jimmy Carter en el 2002 y Al Gore en el 2007, ambos fueron presidente y vicepresidente, respectivamente, en distintos periodos gubernamentales de los Estados Unidos de América aunque recibieron el premio cuando ya no ostentaban sus cargos, pero no deja de ser asombroso que este país sea un vivero de premios nobeles de la paz cuando está permanentemente en guerra con o sin consentimiento de la ONU.
Además tenemos que tener en cuenta que este es un premio que en su origen fue instituido como última voluntad de quien se sentía culpable por enriquecerse con un invento que según el uso que se le dé puede provocar la muerte de personas inocentes. Dicho invento se llama dinamita y el donante fue Alfred Nobel.
Dicho esto, ¿no os parece de nota y alta la concesión de este premio a Obama? Cada cual que saque sus propias conclusiones.