3 ene 2009

Las hienas siempre ríen

El título no define a nadie, simplemente hace mención a la consabida actitud de éstos animales, con tan mala reputación por cierto.

En días pasados observé en un programa matutino televisivo, como tres periodistas pro sistema (hay que utilizar su mismo lenguaje) advertían que se debe estar alerta ya que, la "mala gente", cuando el paro se dispare en esta año 2009, saldrá a la calle a protestar.

El caso es que en el estado español las cifras oficiales nos dicen que hay tres millones de parados. Las previsiones de los economistas y las de los organismos oficiales prevén un incremento en el recién estrenado año. De las personas que se queden sin empleo habrá quienes tengan una cobertura ridícula y otros no percibirán nada. Está claro que una situación así generará malestar y éste deberá ser expresado en la calle, donde hablan los pueblos libres. Aunque estas manifestaciones, en la mayoría de los estados, son fuertemente reprimidas, lo que me hace pensar que estamos muy alejados de la emancipación deseada.

Ante la previsión de movilizaciones de protesta, desde la televisión pública (así se llama) estatal, se trata de preparar el terreno y para conseguirlo invitan a uno de sus programas a tres periodistas (dóciles con el sistema) y a un político, por supuesto del partido que gobierna. A eso deben llamarlo pluralidad, pero qué duda cabe de que habrá quién lo llama de un modo diferente.

Estos invitados no tienen ningún pudor en defender que le den dinero público a la banca (socializar las pérdidas), ellos que son amantes de libre mercado. Mientras tanto se les pide a las y los afectados por la crisis que no rechisten ante el saqueo de las arcas públicas con el consentimiento de los gobernantes y el beneplácito de quienes están pagados para dar las bendiciones a éstas actuaciones. Para defender los planteamientos de los pudientes, que son de los que cobran al fin y al cabo, no dudaron en dar por sentado que los que salgan a la calle para exigir medidas de protección social serán los radicales de siempre, tratando de menospreciar a quienes reclamen al gobierno que tenga en cuenta a las personas y no sólo a los banqueros y empresarios a los que constantemente anuncian medidas de protección.

Visto de este modo, ¿quién es la mala gente?