La cobardía es, según el
diccionario, carencia de valor o entereza. El miedo sin embargo lo define como
la sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal, sea
real o imaginario.
En la vida pasamos por diversos
estados de ánimo e incluso por momentos de cobardía. Sentir o percibir miedo podría
ser un acto de cobardía, aunque para tener consciencia de ello tenemos que
saber si el motivo del miedo es real o imaginario y en caso de ser real puede
entenderse o disculparse la sensación de miedo y por lo tanto actuar con
cobardía.
Pero ni el miedo ni la posterior cobardía tienen nada que ver con la picaresca que es otra cosa. La vida me ha
demostrado que hay personas que son muy astutas y viven de engaños y que muchas veces
estos actos los camuflan con el miedo que dicen propiciarles ciertos señores
con poder y, quieren hacerme creer, que fruto de esa coacción o "consejo" toman
determinadas decisiones provocados por el susto de ir contracorriente, pero he
observado que es tan sólo picardía. No existe ese poder implacable del terror
que sí existió, por ejemplo, después del 1939, sobretodo.
Picaresca, Miedo y Cobardía. Tres
palabras que no son iguales y que tan solo guardan relación las dos últimas, la
primera la utilizan de coartada para no reconocer los bajos instintos que recorre
las entrañas de cada persona que la pone en práctica. Por eso saber distinguir
entre quienes actúan por miedo o cobardía de quienes lo hacen desde la picaresca
será esencial para identificar a las personas más ruines de las que son amenazadas.