En una de las emisoras radiofónicas más escuchadas del estado español oigo unas declaraciones que me llaman la atención por la crueldad extrema ante el riesgo de que una persona pueda perder la vida.
Por supuesto estoy hablando de Aminatou Haidar. Un contertulio no duda en afirmar, a modo de reproche, que esta mujer está llegando demasiado lejos. A este hombre no lo escuché decir algo igual cuando Aminatou fue presa sin cargos ni juicio en las conocidas como "cárceles secretas" durante 4 años. Allí, sufrió torturas junto a otras 9 mujeres y 50 hombres, saharauis presos.
Continúa el programa y otro de los intervinientes dice a modo de pregunta: ¿a quién le interesa el Sáhara? En una primera reacción se me ocurre otra pregunta ¿a quién le interesa Afganistán? y sin embargo el flamante premio Nobel de la ¿Paz? ha enviado 30 mil soldados más para defender quién sabe qué.
Aunque analizando la superficialidad de la pregunta este señor me lleva a reflexionar que estas simplezas suelen llevar una gran carga de desinformación y otra carga aún mayor de propaganda falsa para adecuar el pensamiento al totalitarismo existente.
Si le respondemos esa pregunta desde la reflexión no estaría mal recordarle a este buen hombre que el suelo saharaui se encuentra ocupado actualmente casi en su totalidad por Marruecos, aunque la soberanía marroquí sobre el mismo no es reconocida por las Naciones Unidas.
Como tampoco vendría mal recordarle que el Sáhara es la nación que posee el mayor yacimiento del mundo de fosfatos y sin embargo Marruecos es el mayor exportador del mundo de estas sales de ácido fosfórico fosfatos. Tras conocer este dato no estoy tan seguro que el Sáhara no le interese a nadie.
Otro de estos distinguidos señores sentencia que en Marruecos toda la prensa tiene un sentimiento común de que el Sáhara es una provincia más del reino de Marruecos. Me gustaría haberle preguntado a este señor si ¿la prensa de este reino absolutista es libre y plural? o si por el contrario lo que hace es ¿rendir vasallaje al rey?
A poco que se conozca la situación internacional nadie diría que Marruecos es un país homologable con uno de derecho. Pues hasta esta afirmación es rebatida y para argumentarla se basa en que este país magrebí es el más garantista que los de su entorno. No sé cómo calificar la bajeza de este señor.
Casi finalizando el programa otro de los contertulios afirma, con mucho desprecio, que Aminatou es una provocadora. No duda en decir que la dignidad nacional de Marruecos (quizás lo que quería decir es los ingresos por los fosfatos que sustraen al pueblo saharaui) no puede dejarse chantajear por esta mujer y que se debe dejar morir y no a una sino a 50 mil personas si es necesario antes de ceder. Este es el mismo señor que creía a pie juntillas la versión oficial del gobierno sobre si esta activista entró de manera legal en España. Sin embargo conozco que las autoridades de nuestro país sabían que entraba sin pasaporte e incluso ella denunció detalladamente esta situación así como que fue obligada a abandonar Marruecos contra su voluntad y todo esto lo realizó antes de su entrada en territorio español.
Los voceros del poder establecido en esta ocasión son los que han llegado, bajo mi punto de vista, muy lejos. Además tengo que decir que en este programa la pluralidad era una gran desconocida pues tan solo había una voz que defendía tímidamente a Aminatou mientras que otros cuatro o cinco pedían, prácticamente, el linchamiento de una persona que está dispuesta a morir por defender su dignidad. Lo que está claro es que esta palabra no la conocen estos señores.