29 jun 2015

Los asalta bardales de los corrales


La mitología Griega es amplia y variada, nos habla de dioses y diosas, incluso, con parte humana. De Grecia se dice que es la cuna de la civilización oriental. La cuestión es que ahora la mano que mece la cuna tiene forma de deuda. De repente ese pueblo griego se ha convertido en unos ineptos que no saben ni hacer la rabera de un cepo, además de muy vagos como, en general, todo el sur de Europa.

Se nos informa que el gobierno griego ha hecho un corralito financiero y nos dicen muy alarmados que no pueden sacar ningún griego más de 60 euros al día, así como si allí, y aquí en España también, la gran mayoría de la población pudiésemos ir al banco cada día del mes a retirar esa cantidad que sumaría un total de mil ochocientos euros mensuales. Ellos saben que muy pocos seremos los que nos pararemos a realizar esa multiplicación y nos asustan con entrevistas a pensionistas que lógicamente están preocupados por no poder acceder a su paga pero nos ocultan que lo que somete el gobierno griego a referéndum el próximo domingo es si su pueblo quiere sufrir más recortes en esas pensiones que apenas llegan a los cuatrocientos euros mensuales o que se produzca una subida aún mayor del IVA de los productos básicos que impediría gracias a una mayor pérdida del ya exiguo poder adquisitivo, de qué sirve entonces ir al cajero a retirar más de esos sesenta euros sin esa pensión no va a servir para adquirir lo básico para todo el mes. Por cierto aquí en España ¿se votaron en referéndum estas medidas cuando se aplicaron? Si alguien lo recuerda que me lo diga y si también alguien sabe cuando fue votada en sufragio universal la transformación de la Constitución en su artículo 135, que me informe. 

Los asalta bardales le temen tanto a la democracia que ha sido nombrar la palabra referéndum han amenazado con la peor de las odiseas para el pueblo griego, incluso mayor que la de Homero. Estos asaltantes de corbata y traje caro se han engalanado siempre a costa de robar al pueblo, incluso, el recurso más básico: la comida. De ahí que si las personas van a comedores sociales es “porque no saben cocinar”, recordáis esa frase, hay otras perlas pero para qué enumerarlas. Las y los mamporreros de este sistema genocida que saquea al pobre (léase el 99% de la población) para enriquecerse más y más ese tanto por ciento restante que sin dar tiros mata, que han refinado tanto su estilismo que ahora no necesitan de cámaras aniquiladoras para realizar masacres que son muy depurados en su lenguaje y que tienen de voceros al medio de comunicación de masas, la televisión, que es por donde se informa ese 99% que se creen cada mentira de hombre o mujer de vestir elegante y palabras, que muchas ni entendemos, pero que son las adecuadas vendernos que los griegos están pagando el despilfarro de antaño. Son unos auténticos manipuladores que me recuerdan a aquellos charlatanes que visitaban los pueblos vendernos una magnífica manta en plena ola de calor, después cuando la íbamos a utilizar nos dábamos cuenta de que estaba apolillada, pero ya era tarde, la diferencia que estos parlanchines trajeados al contrario que aquellos charlatanes no nos embaucan para buscarse la vida, sino para acumular hasta el infinito.

De todos modos hay que decir en honor a la verdad que hay quien nos avisa del engaño de estos maleantes con la suficiente anticipación para poner pie en pared y revertir la situación antes de que sea demasiado tarde, pero para persuadirnos de tomar esa medida los medios de comunicación tienen una palabra mágica: agoreros y es cierto que si nos informan con mentiras que han sido previamente edulcoradas son más atractivas para el oído que las que augura que sino ponemos remedio a tiempo las consecuencias pueden ser catastróficas. Debemos admitir que es preferible tener buenas tragaderas ante esa disyuntiva pues, lo contrario, nos llevaría el esfuerzo de informarnos primero y después de actuar, por lo que consideramos muchos más fácil ridiculizar a quien pone en aviso para a reglón seguido llorar desconsolados por la pérdida de nuestras más elementales necesidades básicas y eso sí tenemos unos culpables definidos que maldecimos una y otra vez aún siendo conscientes de que esas desesperadas ofensas no nos sacarán del atolladero.

El pueblo griego hace unos cuatro mil años comenzó a esparcir dioses por el mundo. Unos eran humildes divinidades y otros grandes dioses más lejanos que suelen manifestarse con truenos o relámpagos y hasta se mezclan con los humanos, por eso a veces se preguntan si los miembros de la troika no serán dioses disfrazados que los quieren castigar por los pecados cometidos en la antigüedad y ser aquella civilización que impregnó a Europa de sabiduría y ahora resulta que se la devuelven a forma de deuda contraída con esos dioses de forma humana que quieres someterlos a la segunda gran odisea que dará como resultado, si logran conseguirlo, que se extienda a otros pueblos por afán de acumulación de riquezas y esa prolongación, porqué no, podría llegar a España. Me podéis llamar agorero.