La crisis está siendo utilizada por los mismos para aumentar sus cuentas de beneficios a cargo de las estrecheces que vamos a pasar los de siempre.
Mientras se reúnen los G-20 con la silla prestada o no del Sr. Zapatero para refundar el capitalismo, por aquí, en la piel de toro, se habla de que la factura de la luz nos la quieren incrementar un 31 por ciento para el próximo año. Hay que recordar que esto se uniría a la subida de principios de verano que a su vez incrementaba la de primeros de año, todo esto hacía que se sobrepasase de largo el famoso IPC, que al final sólo vale para que sepamos cuanto perdemos. Además debemos tener en cuenta el penoso servicio que recibimos en este rinconcito tan alejado de todos los centros neurálgicos de la llamada civilización, aunque ese sería otro debate.
La CNE (Comisión Nacional de Energía), organismo que depende directamente del gobierno que la nombra por real decreto (ver enlace) a propuesta del ministro de economía. Pues bien esta comisión hace esta propuesta al Gobierno, basándose en el déficit entre lo que cuesta producir la energía y la tarifa que las "sufridas" compañías eléctricas nos cobran. De todos modos tras una "durísimas" negociaciones el gobierno rectificará la decisión de la CNE, que recordemos forma parte del mismo, y rebajará ese 31% a un tanto por ciento que estará muy por encima de la subida media salarial de los afortunados que, acabado este año, conserven el trabajo.
Antes de nada es conveniente decir que a pesar de ese desfase entre lo que cuesta producir la energía y la tarifa, resulta que en lo que va de año las compañías eléctricas han elevado sus beneficios un 134% con respecto al mismo periodo del pasado año (ver enlace). Entonces y aún a riesgo de parecer ingenuo ¿a qué viene esta propuesta?
Es una proposición incomprensible y más si tenemos en cuenta que casi a diario en algún noticiario sale el presidente del gobierno afirmando tajantemente que este gobierno estará con los más débiles. Pero esa propuesta de subida, por muy suavizada que quede, y el nivel de beneficios de las eléctricas son la mezcla perfecta para la refundación del capitalismo, que al fin y al cabo se utiliza para hacer más rico al que ya lo es, pero nunca se pueden calificar como medidas para ayudar al más débil.