Veo en un programa mañanero de la televisión pública un rótulo que sirve para dar pasa a una noticia que dice: “Alerta ante el hurto famélico” dicho título lo utilizan para anunciar que en un supermercado han tenido que poner las conservas bajo llave, semejándose, este cierre, al de las vitrinas de las joyerías.
Ese titular no me deja indiferente porque estimo que no es lo habitual en este tipo de enunciados que lo que siempre tratan es llamar la atención del espectador de manera rápida. Y la palabra famélico no es la mejor manera de despertar el interés del televidente pues, en el mejor de los casos, les recordaría a alguna versión de la internacional. Considero que esa no fue la intención del titular.
Descartando estos dos factores anteriores, solo quedaría que el uso de esa palabra fuese la de ocultar un titular que consideraran “inapropiado”, pues sonaría muy fuerte si hubiesen escrito: “Alerta ante el hurto de hambrientos”, que es el sinónimo de famélico. Lo que ponen bajo llave son latas de comida en conserva porque se las llevan sin pagar y, según el titular, ese hecho es provocado por pasar hambre, sin duda una consecuencia más de esta grave crisis. La habilidad de los regidores televisivos es ocultar los efectos de la crisis y dar, como escuchamos de manera cotidiana, un mensaje optimista, como si este sentimiento por sí solo pudiese sacarnos de los efectos que ha provocado un sistema neoliberal salvaje y de consecuencias que aún están por valorar.
Que nadie crea que nombro la soga en casa del ahorcado, sólo comento lo que han puesto en ese enunciado. Éste podría haber pasado inadvertido si no hubiese sido porque un día antes en la comparecencia en el congreso de diputados del presidente Rodríguez Zapatero, para hablar por primera vez de la crisis y anunciada para las cuatro de la tarde, comenzase la emisión casi con una hora de retraso porque la cadena decidió, convenientemente, no emitir el discurso de la Presidenta de Argentina Cristina Fernández. Argentina, que curiosamente su nombre proviene del latín "argentum" que significa plata, fue un próspero país hasta que a finales de la década pasada el neoliberalismo diese paso a la mayor recesión de su historia que duraría cuatro años. Ante la fuga masiva de capitales, el gobierno dispuso la congelación de los depósitos bancarios (medida popularmente conocida como el corralito). Las consecuencias de todo esto, entre otras, fue que en uno de los mayores productores mundiales de carne y cereales contemplásemos las imágenes de niños con claros síntomas de desnutrición o lo que es lo mismo famélicos.
Es posible que ambas cosas, la palabra utilizada en el titular y el hecho de no emitir el discurso de la Presidenta de Argentina, no tenga ninguna relación entre sí, pero no cabe duda que han sido una oportuna casualidad.
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