Razonablemente todo es posible,
la vida se lanza a veces sin paracaídas y éste no funciona siempre. Hay
lamentos pero éstos no son más que los lloros irremediables que se vienen
sucediendo desde que el mundo es mundo. Lo único irremediable todos lo conocemos,
pero mientras tanto nos maldecimos porque pensamos que nada se puede cambiar.
La cobardía atenaza en cada esquina a quien se presta timorato a vivir encogido
por prevención de romper el cielo si camina erguido y digno. Mientras tanto vamos
en claro retroceso a una postura similar a la del mono que es al parecer de
donde evolucionamos y comenzamos a caminar sobre dos piernas y menos
inclinados, al menos así piensan quienes no creen en baritas mágicas autoras de
toda clase de vida.
Mientras tanto todo transcurre
con normalidad, esa naturalidad dócil que tanto ansían unos cuantos para
beneficio propio. La vida la dejamos para después para cuando el aire sea
limpio, para cuando nos permitan bajar de ese árbol de la ignorancia al que nos
quieren hacer subir quienes nos prefieren monos a humanos, lo malo de todo esto
es que hay muchos que se están dedicando a hacer escalinatas porque todo es
irremediable.
Me niego a ser mono. La regresión
es algo que debería estar prohibido en el diccionario de la dignidad. Caminar
agachados supone una involución a la que no deberíamos estar dispuestos ni
disponibles y mucho menos prestos a esa curvatura de nuestra espina que tanto
tiempo, esfuerzo e incluso sangre le han costado a nuestros antepasados mantenerla
en posición vertical para ahora en una pequeña etapa de tiempo volver a ser
aquellos seres que caminaban humillados tantos años atrás.
Este es un llamamiento a esos
homo sapiens que un día decidieron arriesgarlo todo y se bajaron del árbol de
la ignorancia para afrontar su futuro mirando al horizonte cara a cara, sin
miedo a perder nada porque todo está perdido cuando acaban nuestros días y lo
único que se recuerda es con la postura que hemos vivido éstos y la vergüenza
que supondría el retroceso de volver de nuevo a la selva.