Nunca, ni ahora ni antes, el poder económico ni el religioso ni el defensor del orden “establecido” ha dado lugar que los libertadores cargados de palabras y mensajes de igualdad hayan triunfado, prefieren a rebeldes pertrechados en las armas para alentar al pueblo y castigar debidamente si pasan de ciertos límites. Siempre han convivido los mandamases de manera genial con los extremistas violentos, hasta el punto que sino los hubiere los armaran y entrenaran para tener un enemigo al que enfrentarse, por nuestro “bien”. Sobre esto habría muchos y claros ejemplos pero no quiero aburrir, bastaría con ver los documentos desclasificados de la CIA, entre otros, para saber a qué me refiero.
La táctica de utilizar mentiras reiteradas para la formación que no
información de las personas con menos capacidad de acceso a la lectura,
desde que ésta existe, es el arma que más y mejor ha utilizado la
oligarquía de ahora y de antaño, para someter al pueblo. La zanahoria o
el palo, es algo que siempre ha manejado a la perfección y que cuando
las migajas no son suficientes para contentar a una población hambrienta
no ha dudado ni dudará en utilizar la represión para acallar verdades
incómodas para sus planes de sometimiento mortífero que diseñan con
habilidad de cirujano haciendo una dicotomía tan apropiada como precisa
para volver el interés del pueblo para su avariento y propio beneficio.
Los intereses generales han de primar sobre los individuales para avanzar en las conquistas de democracia económica. Lejos quedan aquellas palabras pero que parecen muy actuales y que en la actualidad quienes las pronuncian de manera vana no dudarían en denominar de populistas y que dicen así: “…ve y vende lo que posees y da a los pobres…” Dichos como éste siguen costando hoy en día la vida de inocentes para pertrechar las posesiones de los pudientes y seguir acaparando de manera obscena más y más riquezas a costa de la miseria de muchas otras personas.
Cada año se conmemora la muerte de quien, según todos los indicios, proclamaba el bien colectivo al individual. Los fariseos actuales seguirán los pasos de sus antecesores y continuarán en la falsedad que se instalaron aquellos para seguir engañando y aprovechándose de un pueblo que cada vez está más desinformado a pesar de estar en la era de la tecnología y la información.
Los intereses generales han de primar sobre los individuales para avanzar en las conquistas de democracia económica. Lejos quedan aquellas palabras pero que parecen muy actuales y que en la actualidad quienes las pronuncian de manera vana no dudarían en denominar de populistas y que dicen así: “…ve y vende lo que posees y da a los pobres…” Dichos como éste siguen costando hoy en día la vida de inocentes para pertrechar las posesiones de los pudientes y seguir acaparando de manera obscena más y más riquezas a costa de la miseria de muchas otras personas.
Cada año se conmemora la muerte de quien, según todos los indicios, proclamaba el bien colectivo al individual. Los fariseos actuales seguirán los pasos de sus antecesores y continuarán en la falsedad que se instalaron aquellos para seguir engañando y aprovechándose de un pueblo que cada vez está más desinformado a pesar de estar en la era de la tecnología y la información.